Karla y Juan se conocieron en 2012 en una reunión en el apartamento de el en Buenos Aires, presentados por una amiga en común. Dos años después coincidieron de nuevo en un bar con un grupo de amigos, pero en ambas oportunidades ambos tenían pareja, sin embargo, entablaron una buena amistad.
Finalmente, en el año 2015 se reencuentran de nuevo en Buenos Aires y esta vez ambos estaban solteros. Lo que comenzó como una buena amistad ahora se estaba transformando en algo nuevo y emocionante para ellos, sin embargo, Karla continuaba rumbo a Panamá porque su familia se había ido de Venezuela y fue a quedarse con ellos por un tiempo. Ellos lejos de despedirse decidieron mantener su relación a distancia todo el 2016 hasta que Juan decidió visitarla de sorpresa en Panamá para formalizar su relación de noviazgo, así continuaron viajando entre Buenos Aires y Panamá hasta que Juan supo que sin duda Karla era la mujer indicada para él.
Luego de contactarme y fabricar para él el anillo para la gran pregunta, Dios obró de maneras maravillosas para que se diera una de las propuestas más hermosas que ha protagonizado alguna pieza fabricada por mí y así la compartió el novio conmigo:
“Mi hermana y Karla habían comprado unos boletos para Río de Janeiro, así que en este viaje era la oportunidad perfecta para sorprenderla y la aproveche. Cuadre todo, al llegar alquilamos un carro y nos fuimos a Buzios. Estando en allá mi hermana, su novio y yo teníamos claro que ese día le iba a pedir matrimonio, así que, llegando al aeropuerto de Río, hice una video llamada con la mamá de Karla para pedirle la mano, aunque ya la mamá sabía que nos queríamos casar. Desde Buenos Aires, mi hermana había metido en su maleta, velas, accesorios, etc.… Para preparar el momento de la propuesta. La última noche que estuvimos en Buzios, mientras Karla y mi hermana se duchaban, para “salir a cenar”, yo salí con mi cuñado a comprar las antorchas y en tiempo récord, como para que Karla no sintiera que nos habíamos ido del apartamento. Fue una locura hablar en portugués para comprar las antorchas, pero gracias a Dios las compramos rápido y nos
Todos estábamos cambiados y mi cuñado propuso cenar cada pareja por su lado en tiempo de calidad cuando realmente era para ellos preparar todo mientras nosotros cenábamos, así que nos dejó en un lugar INCREÍBLE, donde había un restaurante que daba a la playa, con la luna llena hermosa… Dios se lució ese día impresionantemente. Todo fue improvisado, pero parecía planeado.
Luego mi hermana Valeria y mi cuñado nos buscaron en el auto y le echamos broma a Karla tapándole los ojos como aparece en el video. Mi cuñado y mi hermana fueron a preparar todo en una playa privada que justo encontramos también, de verdad que Dios la puso, porque era perfecta, así que íbamos en el carro y apenas llegamos al lugar salí del carro corriendo a la playa mientras me cambiaba la ropa y me ponía el saco. ¡Fue de locura! Prendimos las velas y las antorchas mi cuñado y yo, mientras mi hermana entretenía a Karla. Ya con todo listo la llevó a la playa y en ese momento Karla, cuando vio el lugar a la distancia, comenzó a llorar de la emoción. Cuando llegó a mí, la tome de la mano, y nos arrodillamos los dos. Comencé a darle gracias a Dios por darme la oportunidad de haber podido hacer todo eso posible y luego le hable a ella y no paraba de llorar, la miré a los ojos y le pedí delante de Dios, que se casara conmigo y dijo que ¡SÍ!”.